Enfermedades de madera de vid y estrategias de control
En los últimos años se han incrementado en todas las regiones vitivinícolas las enfermedades fúngicas de madera de la vid. La yesca y la eutipiosis se conocen desde hace muchos años en los viñedos, ocasionando la muerte de plantas adultas, que decaían lentamente, afectando a uno o dos brazos de la cepa, o rápidamente, afectando a la totalidad de la planta. Aplicaciones con arsenito sódico y podas severas en las que se eliminaba la madera muerta eran las medidas empleadas por los viticultores para su control. Desde hace 20 años la incidencia de estas enfermedades ha ido en aumento, afectando también a plantas que mueren muy jóvenes, en los primeros años de la plantación y encontrándose también patologías que afectan tanto a plantas jóvenes como a adultas. El cambio en prácticas culturales y manejo del viñedo, la ausencia de protección de heridas de poda y la prohibición del uso del arsenito sódico ha influido decisivamente en el aumento y la incidencia de estas enfermedades de madera. Además, se ha constatado que algunos hongos patógenos se encuentran relacionados con enfermedades de viñas adultas y viñas jóvenes, lo que hace pensar que las infecciones en edades tempranas pueden ser causa de problemas en viñas adultas. A esto hay que añadir que la infección de cortes de poda provoca la transmisión de estas enfermedades, a lo que habría que sumar el papel que juega en ello las herramientas de la poda. La investigación y el ensayo de productos para el control de estas enfermedades está actualmente en plena vigencia, aunque todavía no se han obtenido remedios efectivos para controlar el avance de las mismas. Así, hoy en día, la prevención mediante la profilaxis en la poda, el arranque inmediato y la eliminación de las cepas enfermas es casi la única forma de actuar que tiene el viticultor no para curar, pero sí para evitar la expansión de estas enfermedades de madera.