Esaú Martínez, Técnico del Centro de Investigación Agroambiental El Chaparrillo (CIAG), recordó que el incremento de la producción implica un aumento también de las plantas de procesado de este fruto, de las cuatro que había hace un lustro a las más de 60 que hay en la actualidad en Castilla-La Mancha.
Estas plantaciones se distribuyen entre Ciudad Real y Toledo, que cuentan con el 60% de este cultivo, aproximadamente, y con Albacete, «subiendo en los últimos años».
Lo importante de este cultivo es que la producción se duplica, pero no se espera que haya una caída de precios. En este sentido, Castilla-La Mancha, que es la región que más pistacho produce, solo cubre en la actualidad la mitad de la demanda española y eso hace que haya cierta estabilidad en las ventas.
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